Ciudadanía, derechos y obligaciones.

El concepto de ciudadanía se aplica a aquel ser humano que es miembro de una comunidad sociopolítica, en la que tiene derechos cuyo respeto exige a los demás y obligaciones que los demás demandan de él. En una democracia se considera ciudadano a toda persona que goza de derechos civiles y políticos que le permiten participar de forma activa y autónoma en la sociedad. Es decir, existe una relación estrecha entre los conceptos de ciudadanía y participación.
Representación y participación ciudadana: Las democracias actuales son representativas. Esto implica que el pueblo gobierna delegando su soberanía en los representantes, quienes ejercen las funciones del poder en nombre de los ciudadanos(as). Esta delegación se realiza a través de elecciones y se renueva periódicamente.
Sin embargo, la representación política por sí sola no basta para que una sociedad viva en una democracia plena. Un gobierno representativo debe fundarse en la participación de los ciudadanos en varios aspectos; como saber escuchar sus demandas y/o opiniones al respecto de un tema a tratar. Estos deben ejercer sobre las actividades que cumplen sufragando periódicamente, entre otros medios.
Autores contemporáneos, como Hannah Arendt, relacionan el concepto de ciudadanía de una capacidad básica del ser humano: la posibilidad de deliberar y ponerse de acuerdo. Desde esta perspectiva, la ciudadanía supone interesarse por el bien común, dialogar con los otros e involucrarse en la vida de la comunidad.
Los derechos ciudadanos:
Una de las maneras de definir la ciudadanía está vinculada con el reconocimiento de los derechos de las personas. Los derechos han ido variando y ampliándose a lo largo del tiempo: son posibilidades de acción y de realización que tienen las personas, y suponen responsabilidades individuales y colectivas que permiten vivir en comunidad.
Las responsabilidades ciudadanas: Los derechos de los que gozamos los ciudadanos van unidos a responsabilidades u obligaciones cívicas que nos comprometen a colaborar con el Estado, para que cumpla con sus funciones de gobierno del país y protección del bienestar de todos.